Advierten del riesgo de hambruna para 1.2 millones de personas en Haití
Puerto Príncipe (EFE)-. La organización Acción contra el Hambre advirtió ayer lunes que 1.2 millones de personas están en riesgo de hambruna en Haití si no se toman las medidas necesarias para paliar una situación agravada por la inestabilidad política y la violencia, que obstaculizan el acceso a la ayuda humanitaria.
En la actualidad, 3,67 millones de personas, el 35 % de la población haitiana, necesita urgentemente ayuda alimentaria de emergencia, pero según indicaron a Efe desde la organización, se espera que el número de personas en riesgo de inseguridad alimentaria aumente hasta los 4,1 millones en los próximos meses.
Acción Contra el Hambre denunció en un comunicado que "la tasa de desnutrición aguda, la forma más mortífera de desnutrición, supera el 10 % en determinadas zonas; y la desnutrición crónica, que provoca retraso en el crecimiento y en el desarrollo cognitivo, afecta a más del 30 % de la población en algunas comunidades".
Así se desprende de la última alerta de octubre de 2019 del sistema de Clasificación Integrada en Fases de la Seguridad Alimentaria, una norma mundial para clasificar la gravedad y la magnitud de la inseguridad alimentaria y la malnutrición.
Por ejemplo, en Thiotte y Belle-Anse (sur), la tasa de desnutrición aguda supera el 10 %, una grave emergencia según los estándares de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la desnutrición crónica afecta a más del 30 % y de 50 % de la población de las dos ciudades, respectivamente.
Las zonas rurales del noroeste, Artibonite, Nippes y Grand'Anse se encuentran entre las más afectadas y tienen el mayor porcentaje de personas que necesitan asistencia inmediata, dado que sus necesidades se ven agravadas por una caída de la producción agrícola tras la sequía de 2018.
La situación se ve agravada por la creciente inestabilidad política y la violencia de los últimos meses, que han situado a Haití con más de seis millones de personas viviendo con menos de 2,41 dólares al día, indica un comunicado de la entidad.
Esa coyuntura, además, dificulta la labor de las ONG, "nuestros equipos están preparados para llegar a quienes luchan por sobrevivir pero, a menudo, las carreteras están cerradas, los productos básicos escasean y la amenaza de la violencia impregna nuestras vidas a diario", indicó a Efe el director de Acción contra el Hambre en Haití, Cedric Piriou.
"Desde las crisis políticas del año pasado hemos visto un empeoramiento de la inseguridad alimentaria. (...) el problema del hambre está haciendo estragos en todos los departamentos del país", agregó.
La ONG se centra en la nutrición de las mujeres embarazadas y de los niños de hasta dos años de edad y trabaja en proyectos de emergencia para combatir la inseguridad alimentaria en las zonas rurales, incluyendo Grand'Anse y Nord'Ouest.
A pesar de la implementación de sus proyectos, reconocen los desafíos.
"El proyecto de distribución del año pasado no fue suficiente para cubrir todas las necesidades. El dinero no era suficiente. Sin embargo, este proyecto nos permitió encontrar información clave sobre el tema", expuso Piriou.
"Los donantes internacionales parecen olvidar los problemas a los que se enfrenta Haití. Por eso hemos lanzado una campaña internacional de promoción para llamar su atención sobre la situación. Lo que llamamos 'la crisis olvidada'", aseveró.
Para Piriou, la información desempeña un papel fundamental en la lucha contra la inseguridad alimentaria.
El director de ACF Haití alertó a la opinión pública sobre las desastrosas consecuencias de la última crisis para las mujeres embarazadas y los niños que no pudieron acceder a la atención de la salud debido al bloqueo de las carreteras, el cierre de hospitales y la escasez de combustibles.
"La última crisis ha tenido un impacto significativo sobre las mujeres embarazadas y los niños. Es un verdadero problema. Es una situación dramática de la que no se habla", dijo.
Aunque el país ha estado experimentando una frágil tregua en las últimas semanas en lo que a protestas se refiere, la crisis multidimensional que padece no se ha resuelto y las movilizaciones pueden recrudecerse en cualquier momento.
Haití atraviesa una de sus crisis políticas más agudas de los últimos años, el país estuvo paralizado por protestas entre septiembre y mediados de diciembre y lleva sin Gobierno desde marzo pasado.
En el país, los equipos de Acción contra el Hambre trabajan para mejorar de manera sostenible la seguridad alimentaria y nutricional, apoyando a los grupos de ahorro y préstamo, creando actividades generadoras de ingresos, construyendo sistemas de almacenamiento de agua, capacitando a las madres para que puedan detectar signos de desnutrición y mejorando el saneamiento en las zonas nororientales del país.
En la actualidad, 3,67 millones de personas, el 35 % de la población haitiana, necesita urgentemente ayuda alimentaria de emergencia, pero según indicaron a Efe desde la organización, se espera que el número de personas en riesgo de inseguridad alimentaria aumente hasta los 4,1 millones en los próximos meses.
Acción Contra el Hambre denunció en un comunicado que "la tasa de desnutrición aguda, la forma más mortífera de desnutrición, supera el 10 % en determinadas zonas; y la desnutrición crónica, que provoca retraso en el crecimiento y en el desarrollo cognitivo, afecta a más del 30 % de la población en algunas comunidades".
Así se desprende de la última alerta de octubre de 2019 del sistema de Clasificación Integrada en Fases de la Seguridad Alimentaria, una norma mundial para clasificar la gravedad y la magnitud de la inseguridad alimentaria y la malnutrición.
Por ejemplo, en Thiotte y Belle-Anse (sur), la tasa de desnutrición aguda supera el 10 %, una grave emergencia según los estándares de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la desnutrición crónica afecta a más del 30 % y de 50 % de la población de las dos ciudades, respectivamente.
Las zonas rurales del noroeste, Artibonite, Nippes y Grand'Anse se encuentran entre las más afectadas y tienen el mayor porcentaje de personas que necesitan asistencia inmediata, dado que sus necesidades se ven agravadas por una caída de la producción agrícola tras la sequía de 2018.
La situación se ve agravada por la creciente inestabilidad política y la violencia de los últimos meses, que han situado a Haití con más de seis millones de personas viviendo con menos de 2,41 dólares al día, indica un comunicado de la entidad.
Esa coyuntura, además, dificulta la labor de las ONG, "nuestros equipos están preparados para llegar a quienes luchan por sobrevivir pero, a menudo, las carreteras están cerradas, los productos básicos escasean y la amenaza de la violencia impregna nuestras vidas a diario", indicó a Efe el director de Acción contra el Hambre en Haití, Cedric Piriou.
"Desde las crisis políticas del año pasado hemos visto un empeoramiento de la inseguridad alimentaria. (...) el problema del hambre está haciendo estragos en todos los departamentos del país", agregó.
La ONG se centra en la nutrición de las mujeres embarazadas y de los niños de hasta dos años de edad y trabaja en proyectos de emergencia para combatir la inseguridad alimentaria en las zonas rurales, incluyendo Grand'Anse y Nord'Ouest.
A pesar de la implementación de sus proyectos, reconocen los desafíos.
"El proyecto de distribución del año pasado no fue suficiente para cubrir todas las necesidades. El dinero no era suficiente. Sin embargo, este proyecto nos permitió encontrar información clave sobre el tema", expuso Piriou.
"Los donantes internacionales parecen olvidar los problemas a los que se enfrenta Haití. Por eso hemos lanzado una campaña internacional de promoción para llamar su atención sobre la situación. Lo que llamamos 'la crisis olvidada'", aseveró.
Para Piriou, la información desempeña un papel fundamental en la lucha contra la inseguridad alimentaria.
El director de ACF Haití alertó a la opinión pública sobre las desastrosas consecuencias de la última crisis para las mujeres embarazadas y los niños que no pudieron acceder a la atención de la salud debido al bloqueo de las carreteras, el cierre de hospitales y la escasez de combustibles.
"La última crisis ha tenido un impacto significativo sobre las mujeres embarazadas y los niños. Es un verdadero problema. Es una situación dramática de la que no se habla", dijo.
Aunque el país ha estado experimentando una frágil tregua en las últimas semanas en lo que a protestas se refiere, la crisis multidimensional que padece no se ha resuelto y las movilizaciones pueden recrudecerse en cualquier momento.
Haití atraviesa una de sus crisis políticas más agudas de los últimos años, el país estuvo paralizado por protestas entre septiembre y mediados de diciembre y lleva sin Gobierno desde marzo pasado.
En el país, los equipos de Acción contra el Hambre trabajan para mejorar de manera sostenible la seguridad alimentaria y nutricional, apoyando a los grupos de ahorro y préstamo, creando actividades generadoras de ingresos, construyendo sistemas de almacenamiento de agua, capacitando a las madres para que puedan detectar signos de desnutrición y mejorando el saneamiento en las zonas nororientales del país.
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