América Latina se moviliza para frenar el hambre ante la pandemia
EFE-. La propagación del coronavirus en América Latina supone un desafío añadido para la región que otras partes del mundo no sufren: ¿Cómo alimentar a los 187 millones de personas que no tienen asegurado un plato de comida en la mesa?
Las cuarentenas decretadas por la pandemia, que privan de alimento a muchos que viven de su sustento diario, ha llevado a organizaciones sociales, Gobiernos y ciudadanos anónimos a sumar esfuerzos para garantizar que los sectores más vulnerables puedan llevarse algo a la boca y poder así respetar el aislamiento.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) calcula que 187 millones de personas viven “inseguridad alimentaria moderada o grave” en Latinoamérica, entendida como la interrupción parcial o total del acceso a los alimentos, mientras que 140 millones de personas dependen del trabajo informal, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
GARANTIZAR LA ALIMENTACIÓN EN EL MEDIO PLAZO, UN ASUNTO CLAVE
Con millones de personas quedándose sin empleo a causa de la pandemia, son cada vez más quienes “están teniendo dificultades para, por sí mismos, acceder a su alimentación”, algo especialmente preocupante “si esto se extiende un mes o dos”, señaló a Efe Julio Berdegué, subdirector general de la FAO y representante de esta organización para América Latina y el Caribe.
“En el mediano plazo, claramente va a haber una dificultad, de ahí la importancia crucial de que nuestros países puedan tener acceso al financiamiento internacional. Si esto se extiende dos, tres meses, va a haber una situación muy compleja, y es muy difícil que países de ingreso medio bajo puedan lidiar con este impacto tan fuerte solos”, aseguró.
Para Berdegué, por el momento los gobiernos latinoamericanos han dado “una respuesta bastante fuerte” en esta línea, con la apertura de diversas líneas de crédito para las familias en situación de vulnerabilidad.
Un ejemplo de ello es Brasil, en donde el Gobierno ha anunciado un paquete de medidas económicas que incluye subsidios para los trabajadores informales, aunque está encontrando dificultades para hacerles llegar esa ayuda, pues algunos no constan en ningún registro oficial y ni siquiera poseen cuentas bancarias.
Dicha ayuda va especialmente dirigida a quienes viven en las favelas, unas comunidades de infraestructura precaria y alta densidad poblacional donde vive el 6 % de la población del país, la mayoría a través de trabajos informales que dependen casi en exclusiva del movimiento de las ciudades.
En ese sentido, un estudio conjunto realizado por Data Favela y el Instituto Locomotiva indica que el 86 % de los habitantes de las favelas pasará hambre si tienen que quedarse en casa durante un mes, sin trabajar, para cumplir con las medidas de aislamiento adoptadas en la mayoría de los estados brasileños.
“Aquí hay un interés también de que estas familias en condición de pobreza puedan tener acceso a la alimentación, por lo menos básica, porque si no pedirles que se queden en sus casas encerrados va a ser muy difícil”, afirmó Berdegué.
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